Un extraño artrópodo de cinco ojos que habitó la Tierra hace unos 500 millones de años, el ‘Utaurora comosa’, ha sido identificado como un opabínido, convirtiéndose así en apenas la segunda especie de este género jamás descubierta y la primera en más de un siglo, de acuerdo a los resultados de una novedosa investigación liderada por científicos de Harvard.
Según detallan los académicos, el ejemplar de ‘Utaurora comosa’, que forma parte del acervo del Instituto de Biodiversidad y Museo de Historia Natural de la Universidad de Kansas, fue hallado en la formación Wheeler del estado de Utah (EE.UU.) en un yacimiento que data del Cámbrico medio, y fue descrito por primera vez en 2008 como un radiodonto.
Sin embargo, Stephen Pates, coautor del estudio, identificó una serie de irregularidades en los restos del espécimen que no concordaban con las características del grupo taxonómico al que había sido asignado.
Tras realizar una serie de novedosos estudios filogenéticos para determinar la secuencia evolutiva de la especie, en los que se comparó con 43 fósiles y 11 taxones vivos de artrópodos, radiodontos y otros panartrópodos, los expertos descubrieron «que [esta] estaba más estrechamente relacionada» con especies del grupo troncal ‘Opabinia’, explicó Jo Wolfe, coautor de la investigación, publicada este miércoles en Proceedings of the Royal Society B.
‘Utaurora comosa’ de la Formación Wheeler, Utah, EE.UU.S. Pates.
Los opabínidos son considerados como el primer grupo que tiene una boca orientada hacia atrás, y se caracterizan por presentar una prolongación independiente del tubo digestivo, conocida como probóscide fronal, y cinco ojos bien definidos; asimismo, son identificables por los surcos intersegmentales a lo largo del dorso y las espinas dentadas pareadas de la cola, características que fueron observadas en el ejemplar analizado.
Cuando el ‘Utaurora’ fue descrito por primera vez se creía que los opabínidos y los radiodontes formaban un grupo monofilético llamado dinocáridos. No obstante, en los últimos 10 a 15 años se han descubierto más de 10 nuevas especies de radiodontes, lo que ha permitido identificar ciertas diferencias entre ambos grupos.
«Basándonos solo en la morfología, se podría argumentar que el ‘Utaurora’ es un radiodonte raro y también recuperar el concepto de dinocárido. Pero nuestro conjunto de datos y análisis filogenéticos apoyaron al ‘Utaurora’ como un opabínido en el 68% de los árboles [filogenéticos] recuperados al analizar los datos, pero solo en el 0,04% para un radiodonto», comentó Pates.
Gracias al avance en las técnicas de investigación filogenéticas y morfológicas, los investigadores esperan arrojar nueva luz sobre la evolución de este extraño y poco conocido taxón, así como su relación con los artrópodos modernos.